Llego algo tarde con la reseña sobre el segundo capítulo de Velvet pero voy a ser sincera; no me he visto el capítulo hasta hoy por la tarde y todo para ver si continúo la serie esta noche o la doy ya por perdida (aunque seguramente continúe viéndola dado el grado de masoquismo que tengo y porque si quiero criticar algo, tengo que haberlo visto/leído entero. Aquí no valen las medias tintas).
Tras el resumen inicial del capítulo anterior, la serie comienza con la discusión entre la madrastra y el protagonista masculino, Alberto, sobre la situación de Ana, la protagonista femenina. A partir de ahí, se suceden diversos sucesos (compromisos, rupturas, incorporaciones, discusiones, etc) en los que por supuesto no voy a entrar en detalles. Porque, ¿quién soy yo para destripar algo a la gente? A lo mejor ella quiere verla.
La historia de amor de los protagonistas ha mejorado ligeramente, no me entusiasme demasiado, ni me hace estar pegada a la pantalla, pero al menos, no se me hizo tan pesada como la del capítulo uno. Sigo viendo algunas escenas forzadas que no terminan de llenarme. ¡No termino de creérmela! No sé si es por la voz de los personajes o por algunas escenas, pero les noto faltos de sentimientos, no encuentro esa magia que me gusta tanto en otras series o películas. Además, se están sucediendo algunas tramas algo trilladas que me recuerdan, haciendo un mal símil, al de las telenovelas (no critico este género, simplemente, debéis concederme la razón en que en muchas de ellas, los giros argumentales son inverosímiles y rebuscados de tal manera que llegan a cansar en cierto aspecto).
El vestuario, pese a que no ha sufrido grandes modificaciones con respecto al capítulo anterior, me sigue encandilando así como el decorado, que si bien no sale de la casa de los dueños de la compañía y de los grandes almacenes, sigue siendo espectacular.
Sigo destacando las actuaciones de los personajes secundarios; sus tramas me gustan más que la de la pareja protagonista, pero esto es como todo. Para gustos los colores. Además, quiero destacar la actuación de Manuela Velasco que, aunque no termino de verla en este papel con el peinado y los trajes (no la pega demasiado), lo intenta, se esfuerza y llega a otorgarle cierta credibilidad al personaje, haciendo que lleguemos a cogerle cariño (o al menos yo).
La serie, en mi opinión, ha mejorado ligeramente y puede seguir haciéndolo en los capítulos sucesivos. De momento, continúo viéndola hasta que me lleve otra desilusión y me coja el carro de las chufas, negándome a verla.
Sin embargo, si alguien me pregunta por mi opinión y si la recomiendo... Dejémoslo en que la tengo en cuarentena y cogida con pinzas.
Esperemos al capítulo de esta noche, a ver que rumbo toma.
Y hasta aquí la reseña.
¿Visteis el capítulo dos? ¿Qué os pareció?
Nos leemos~~
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